martes, junio 26, 2007

Nostalgia


Entonces se dio cuenta del tiempo transcurrido y quiso atraparlo buscando nerviosamente entre los cajones abiertos, las ropas tiradas por el suelo, la mesita invadida de libros mal leídos. La encontró finalmente, la cámara, y abriendo la ventana de la habitación (¿o era celda?) tomó una imagen de ese tiempo nórdico de verano incomprensible a las mentes meridianas, la noche iluminada, el día que no ha empezado, lo más cercano al sueño en donde todo es gris. O casi.