lunes, junio 25, 2012

Teaching statement

Those who know do and those who don't teach.
-Woody Allen, Annie Hall, 1977

Sobre cuán patético podía ser al momento de creer que las instituciones y las personas apreciarían su sinceridad, el biógrafo de Luis Gala deja el siguiente ejemplo hallado nada menos que en una solicitud de trabajo...
"Tenía quince años cuando participé por primera vez en la Olimpiada Mexicana de Matemáticas. Fue entonces cuando experimenté el placer de explicar algo a un auditorio escéptico y bien capaz de formular preguntas, hacer observaciones y responder a mis argumentos. En otras palabras, ahí comencé mis actividades docentes, si bien habrían de pasar todavía algunos años para que éstas se formalizaran profesionalmente.
Casi he doblado la edad que tenía entonces y me he visto envuelto en numerosos cursos formales e informales, seminarios, conferencias y hasta simples pláticas; para estudiantes de preparatoria, universidad y maestría; hablando mi propio idioma y otros menos familiares. Sin embargo, pocas cosas he agregado a lo que desde hace quince años hacía para darme a entender y que puede resumirse de la siguiente manera:
1. Conocimiento: Que nadie enseña lo que no sabe debería ser una verdad bien conocida. No obstante, no son escasos los maestros que, sin importar el nivel en que se encuentran, desdeñan la preparación de una clase -quizá confiando en sus capacidades- para trazar un camino errático en su exposición, cuando no lleno de francos errores. Personalmente he tratado siempre de comprender yo mismo lo que voy a exponer y, además, prepararlo para su exposición escogiendo cuidadosamente los ejemplos a fin de señalar las frecuentes sutilezas de lo presentado.
2. Seriedad: Como esa era mi postura cuando era estudiante, asumo en principo que el alumno tiene expectativas profesionales que, desde luego, quiere ver cubiertas. Garantizar que ellas sean efectivamente satisfechas con seriedad es mi tarea, sin que dicha seriedad implique una atmósfera adversa a la confianza que todos deben tener para preguntar y hacer observaciones.
3. Motivación: Toda vez que mi experiencia docente se concentra básicamente en mayores de edad, suelo asumir que las personas desean ser tratadas como adultos. Considero que una atmósfera profesional donde el estudiante comprende que cuenta con una persona capaz y con disposición de responder sus preguntas, es suficiente estímulo y motivación para una persona adulta. No es mi estilo, por tanto, empujar, amenazar, coaccionar o reñir a alguien para que realice el trabajo que, voluntariamente, debería realizar, pero desde luego estoy comprometido a hacer todo lo que sea posible para que la persona interesada supere sus dificultades.
4. Lenguaje: Considero imperativo -máxime en el área de ciencias- ser cuidadoso en el uso del lenguaje tanto en términos sintácticos como en los semánticos. No es infrecuente hallar ejemplos de clases o exámenes deficientemente redactados que no hacen sino reflejar la falta de claridad mental de los profesores. El hábito de expresar las ideas de forma clara ayuda no sólo a que una exposición sea lo mejor posible, sino también a disciplinar a los estudiantes en el uso preciso del lenguaje."
Creo leer y aun escuchar las sonoras carcajadas del despiadado biógrafo entre líneas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Toda vez que mi experiencia docente se concentra básicamente en mayores de edad, suelo asumir que las personas desean ser tratadas como adultos."

Y eso que el biógrafo no estudió (sic) en ISIDM y no le dejaron tareas de plastilina. Mis compañeritos disfrutaron la actividad.

Miguel Ángel Bernal Reza dijo...

Pero Amo y Señor del Mogote, ¿acaso no ve que sufro? ¡Deje de burlarse de mi depresión!

Anónimo dijo...

Tú no sufres, lloras porque eres una niña. Yo sufro de verdad.
La semana pasada le dije a la Sra. Von Mogote , "Necesito ir a echarme unos tragos con el Barney" y me contestó con absoluta crueldad "Pues ve".

Miguel Ángel Bernal Reza dijo...

Un momento... según mis cálculos dejé de ser una niña a los veinticinco... Oh, espera, en la siguiente entrada del blog creo que me desdigo... jajajajajaja